LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN
"Y
a la mitad de la semana hará cesar el Sacrificio y la Oblación; y sobre
el Santuario vendrá una abominación desoladora, hasta que la consumación
decretada se derrame sobre el devastador" (Daniel, 9: 27)
"Cuando
veáis pues, la abominación de la desolación, instalada en el lugar santo..."
(Mt., 24: 15)
Pero esta abominación -obra de una fracción de la Iglesia o secta que marcha bajo la égida de Satanás- no corrompe a la Iglesia verdadera, así como en el Antiguo Testamento no fue corrompida el Arca de la Alianza por haber sido colocada en el templo de Dagón. La Iglesia no ha naufragado, lo mismo que no se hundió el Arca de Noé, la que por el contrario, subía a medida que las aguas se engrosaban. Si sólo quedasen al fin de los tiempos nada más que ocho fieles, asidos a la Fe íntegra estos ocho -y ellos solamente- estarían con el Depósito Sacro, la Iglesia, Esa que no puede ser vencida por Satanás".
(Las Trompetas de Jericó, revista francesa,
1969)